7 noviembre 2024
Ramón Tamames

La configuración tantas veces criticada, y también algunas muy apreciada, de la América española (siglos XV a XIX)

Resumen de la ponencia

Como se dice en el título de esta ponencia, la extensa y larga presencia histórica de España en América, después de su descubrimiento para ojos europeos, ha sido de lo más intensa, y objeto de numerosas críticas que configuran la llamada leyenda negra.

En la presentación que he hecho en esta Academia del tema indicado, me ocupé primeramente de mi vocación por el tema, que corre con toda mi edad como persona, prácticamente desde los seis años, en Extremadura, con manifestaciones después de interés en el Liceo Francés de Madrid, de las visitas de mi padre a Hispanoamérica con Luis Miguel Dominguín, y de mi labor como consultor para tan extenso número de países, y especialmente en Panamá, República Dominicana, Brasil, con toda una serie de conexiones a raíz del Instituto de Integración de América Latina, desde su sede en Buenas Aires.

Ulteriormente, vimos un repaso de 39 temas concretos relacionados con España en América, con sus cinco Virreinatos, el primero de Indias en Santo Domingo, el segundo de la Nueva España para toda Mesoamérica, el tercero el de Perú, Nueva Granada, y Río de la Plata.

Para ese extenso territorio, incluyendo las islas Filipinas, Marianas y Carolinas, fui examinando la entrada histórica de España, su desarrollo en actividades de todo tipo, incluyendo un vasto conjunto de infraestructuras y desarrollo de templos, escuelas, universidades, bibliotecas, cuidado de las lenguas indígenas, y difusión del cristianismo. Además de muchas otras cosas positivas, en parte derivadas de las Leyes de Indias de 1512 y 1544, que si bien no pudieron cumplirse cabalmente, son las únicas de un imperio ultramarino con preocupación por sus primeros habitantes.

Toda el área americana se completó con el Pacífico, con los archipiélagos ya citados, constituyendo el Lago Español, con pretensiones de excluir ese gráfico para los no españoles.

Se hace una explicación de cuestiones como el mestizaje, cualquier pretensión de genocidio o esclavitud de indígenas de los virreinatos y capitanías generales, alianzas con etnias locales que perduraron, desarrollo económico hasta niveles a veces increíbles, difusión de la leyenda negra, etc.

Mención especial merece la intervención de España en la guerra de EE.UU., y perdida la batalla de Ayacucho en 1824, los intentos de la Santa Alianza –dirigidos por el zar Alejandro I de Rusia— de recuperarla, que no tuvieron éxito. Destruyéndose definitivamente el Imperio español en Cuba y Filipinas y otros archipiélagos en 1898, por la guerra norteamericana.

Se estudia la importancia, pues del Tratado de Tordesillas, y también la hispanización de otros territorios que hoy conforman la inmensa mayor parte de los 600 millones de hispanohablantes. Se destaca igualmente la configuración de Bolívar y San Martín en la emancipación, sin llegar a reconstruirse una unión de todo el Imperio español según pretensiones de Bolívar fracasado. Se establece también un análisis más provisional de lo que hoy es y puede ser la Hispanidad, incluyendo incluso a EE.UU.