Madrid, 6 de mayo de 2014.- El académico Helio Carpintero presentó ayer su obra Luis Simarro. De la psicología científica al compromiso ético (Universidad de Valencia). El acto se celebró en la sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, bajo la presidencia de Marcelino Oreja, e intervinieron, junto con el autor, los académicos Diego Gracia, Adela Cortina y Juan Velarde.
La obra de Helio Carpintero, un retrato biográfico de Luis Simarro -compleja figura multifacética que fue el primer catedrático de Psicología en España, un reputado científico alineado con las corrientes renovadoras, intelectual progresista vinculado con la Institución Libre de Enseñanza y una personalidad comprometida con la realidad social de finales del siglo XIX y principios del XX-, recogió los elogios de los intervinientes.
El presidente de la academia, Marcelino Oreja, resaltó que se trata de una obra “que recoge el ambiente sociocultural de la época de Simarro”, de quien destacó su labor en pos de “favorecer la modernización” en España, subrayando que siempre fue “fiel a su compromiso ético”.
“Hay que celebrar que esta obra haya rescatado a Simarro del olvido, y del tópico, de ahí la importancia del libro”, remarcó por su parte el académico Diego Gracia. “Simarro además de un reformador social, fue uno de los primeros psiquiatras de España (…) entendiendo que las enfermedades mentales son enfermedades del cerebro, consumando el paso de la visión romántica a la fase positivista de la medicina y los datos experimentales”, destacó.
La académica Adela Cortina se congratuló de la “recuperación de Simarro”, como una forma de “superar el adanismo español”. Cortina remarcó el compromiso social del científico valenciano, en su faceta como activista y líder de una serie de movimientos republicanos, pero también por conectar la ciencia con la realidad social.
“Simarro piensa que la ciencia tiene que estar al servicio de la mejora de la humanidad”, afirmó. En este sentido, resaltó su estudio de las enfermedades psiquiátricas y su relación con el hambre y las malas condiciones sociales, su participación como psiquiatra en juicios, su aportación en relación a la idea de rehabilitación en materia penitenciaria, así como su participación en el llamado Proceso Ferrer. “No basta con el laboratorio, tiene que haber cambios sociales”, concluyó. “Es uno de los predecesores nuestros que tenemos que rescatar, por buscar el diálogo y por su compromiso ético”.
Por su parte, el académico Juan Velarde resaltó el gran interés de la obra para el estudio y la comprensión de Simarro y de su época. En este sentido, desgranó ocho áreas en las que ofrece información relevante. Por un lado, en “el desarrollo de la psicología, en el acercamiento a la ciencia europea de ese momento y en los datos muy valiosos sobre la vida universitaria y especialmente sobre la Institución Libre de Enseñanza”, enumeró Velarde. También “en política social, particularmente en las mejoras de la asistencia sanitara, especialmente en manicomios”. “En otra aproximación a Ferrer”, prosiguió, “en información sobre la masonería española, en el desarrollo de movimientos sociales” y, para concluir, “en el mundo intelectual español del momento”.
El acto finalizó con la intervención de Helio Carpintero, que señaló que su obra se enmarca en la idea de reconstruir el hilo entre los primeros psicólogos en España y el resurgimiento de la actividad tras la guerra. “En este sentido, la figura de Simarro resulta emblemática, concentra en su persona la nueva visión de la psicología”.
Carpintero también subrayó su intensa actividad social, aún a costa de “una vida científica más debilitada, a la que no podía dedicar tanto tiempo (…) Simarro contiene todas las contradicciones que se deban en la España del momento”. “Por una serie de circunstancias ha quedado olvidado (…) y sin embrago ha sido una figura que ha tenido un papel esencial en combinar el papel científico con una implicación y una responsabilidad ciudadana”, concluyó.