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Los académicos Juan Antonio Carrillo, Helio Carpintero y Juan Velarde, presididos por Marcelino Oreja, destacan su figura en un acto en la sede de la academia
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El homenaje se inscribe dentro de los actos del Año Altamira, presidido por S. M. el Rey
Madrid, 27 de junio de 2011.- La Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (RACMYP) ha celebrado un acto conmemorativo del primer centenario del ingreso a esta academia de Rafael Atlamira y Crevea. En el acto han intervenido los académicos Juan Antonio Carrillo, Helio Carpintero y Juan Velarde, bajo la presidencia de Marcelino Oreja.
Los intervinientes resaltaron la figura de Rafael Altamira (1866-1951), jurista, educador e historiador, que fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas el 27 de junio de 1911, con la medalla número 8. Su discurso de ingreso, en marzo de 1912, se centró en la educación, bajo el título Problemas urgentes de la primera enseñanza en España.
Altamira fue docente en la Institución Libre de Enseñanza y catedrático y Doctor honoris causa de numerosas universidades europeas y americanas. En 1920, fue miembro de la Comisión de Juristas encargada por la Sociedad de Naciones de redactar el anteproyecto del Tribunal Internacional de La Haya, del que fue nombrado uno de los nueve jueces titulares, entre 1921 y 1940. Altamira, que se exilió en México en 1944, donde falleció en 1951, fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz en dos ocasiones. Dejó escritos más de setenta libros y su obra se inscribe dentro del Regeneracionismo como continuadora de la de Joaquín Costa, también miembro de esta academia.
El acto tuvo lugar en la sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, dentro del Año Altamira, presidido por S. M. el Rey y bajo el auspicio de los ministerios de Educación y Cultura, y la Universidad Complutense de Madrid (www.rafaelaltamira.es).
La REAL ACADEMIA DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS (RACMYP), fundada en 1857, es una de las ocho academias que forman el Instituto de España. La RACMYP es un foro de encuentro y de debate en el ámbito de las ciencias sociales; incluyendo los saberes políticos, económicos, jurídicos, éticos y filosóficos. La academia es un centro difusor de conocimiento y un laboratorio de investigación y de crítica. Todo ello, basado en la experiencia de sus académicos, personalidades de gran significación en la vida política, social y económica española.