2 noviembre 2023
Diego Gracia Guillén

Inteligencia artificial: reflexiones desde la filosofía y la ética

Resumen de la ponencia

El tema de la “inteligencia artificial” ha cobrado en estos últimos años una actualidad no solo sorprendente sino también preocupante. De hecho, ha puesto en guardia a todo tipo de instituciones, que han comenzado a plantearse cómo controlar este sorprendente fenómeno, preocupadas por no llegar tarde a su necesaria regulación y control.

Hasta hace relativamente poco tiempo, el debate sobre la inteligencia humana se hacía siempre por contraste con la llamada “inteligencia animal”, de tal modo que los protagonistas eran por lo general etólogos o psicólogos. Hoy el escenario es algo distinto, porque el contraste se establece con la llamada “inteligencia artificial”, debido a la importancia que en las últimas décadas ha cobrado la computación y esa nueva ciencia llamada informática. Ni que decir tiene que esto exige aclarar qué significa inteligencia o de qué estamos hablando cuando usamos esa palabra.

¿Qué es inteligencia? La definición más elemental la identifica con la capacidad de procesar información, algo que hacen tanto los seres vivos como ahora también los ordenadores. Lo que no podían hacer éstos era aprender, algo que parecía privativo de los seres vivos. Pero a día de hoy las máquinas también aprenden, en sistemas como el Chat GPT.

¿Hay algo que diferencie la inteligencia humana de las máquinas y los animales? La filosofía ha respondido por lo general afirmativamente. Y a la pregunta por el origen de esa característica propia y peculiar de la especie humana ha dado dos respuestas, la clásica, que afirma la existencia de una sustancia espiritual en el interior del cuerpo humano, y la emergentista, para la que la novedad del psiquismo humano emerge por pura complejidad de los elementos estructurales del cuerpo. En este caso, surge la posibilidad de que la complejidad cada vez mayor de los sistemas informáticos acabe haciendo posible el que en algún momento acabe surgiendo esa cualidad nueva e irreductible a todo lo anterior que llamamos inteligencia específicamente humana. Algo que, en cualquier caso, parece muy alejado de las capacidades científicas y técnicas actuales.